La flor al ser separada del tallo, comienza a marchitarse; y la evidencia de esto pronto se deja ver al contemplar como sus hojas y pétalos caen uno a uno dejando al caliz con unos cuantos sépalos a punto de desprenderce. Ciertamente el cuadro es trizte y desalentador.
Pues bien, esta ilustración es una fiel representación de una etapa en mi vida en donde podia con dolor presenciar como se deshojaban las hojas que representaban en mi vida la iglesia, mi empresa, mi animo ; e impotente ver como se los llevaba el viento y con aun mas dolor, ver como el petalo que representaba a mi familia, estaba a punto de desprenderce.
En ese momento, por un lado podia afirmar que Dios en su Soberanía ya me habia permitido pasar por situaciones similares a esta, en donde siempre me confirmaba y afirmaba estar Él conmigo, pero por otro lado surgia la duda aterradora al preguntarme en que parte del camino me extravié.
Rostros de personas a las que en amor servimos y ayudamos, pero que ahora al verme inútil e impotente, con todo el alboroto levantaban y hacian al viento soplar mas fuerte para asegurarse de que cayera la última hoja.
Y este último párrafo suena muy melodramático y me vi tetado a editarlo y borrarlo, pero decidí no hacerlo para que quede como evidecia mi insensatez y dañina manía de creerme la víctima.
Pero, repito, ya en mi caminar con Dios, me había permitido pasar por situaciones similares, de las que estaba convecido que Dios tenía una importante lección que enseñarme. Y esta etapa que estaba pasando no sería la excepción.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario