Hermoso Día

Un hermoso día nos regaló Dios el día de ayer. Pero para que puedan entender mejor esta afirmación, tengo que explicar que en las dos reuniones anteriores que hemos tenido las condiciones del clima no eran muy favorables para pasar “un día en el parque”; y, a pesar de que hacía mucho frío, el viento soplaba recio, las mujeres cubiertas con un cobertor y los hombres titiritando, lo que hacía la diferencia era que estábamos reunidos para adorar a nuestro Señor Jesucristo, y Su presencia se hizo manifiesta, de otra forma no hubiese podido tocar la guitarra por tener los dedos "congelados", pero Él nos llenó de su calor.

Esta situación que experimentamos me hizo reflexionar que servir y adorar a Dios, tiene que ser una expresión natural de nuestro ser y que no puede estar comprometida por circunstancias externas como lo es el clima, sino que debe de ser una pasión por Dios, tal, que nos impulsa a superar todo obstáculo que nos quiere impedir reunirnos para adorarlo.

Pero el día de ayer tuvimos un día muy hermoso, el clima era "perfecto", la actitud y la disposición era la correcta y después de adorar a nuestro Dios y estudiar Su Palabra, terminamos con un edificante convivio y, cómo ya lo han leído de mi en otras partes, terminamos COMPARTIENDO LOS ALIMENTOS, juntos, con alegría y sencillez de corazón.

Gracias Padre, gracias Cristo, gracias Espíritu Santo, desde estas lineas te expreso, a nombre de esta manada pequeña llamada Comunidad Viva, nuestra gratitud por tus preciosas bendiciones.