lunes, 14 de enero de 2008

Ayuno: Un Buen Comienzo


Tiempo de renovación... Hay una práctica generalizada en la que el comienzo del nuevo año se hace con una serie de resoluciones por cumplir; sin embargo, la Palabra de Dios nos enseña que toda nueva labor empieza con un tiempo de descanso y reflexión.

Adán y Eva, habiendo recibido la orden de cuidar y guardar el jardín, en su primer día de existencia en lugar de trabajar, descansaron por mandamiento de Dios.

Moisés, pasó cuarenta años pastoreando ovejas antes de recibir la encomienda de sacar al pueblo escogido por Dios de Egipto.

Elías, el profeta, antes de ir a cumplir la gran labor de enfrentar al sistema político y religioso corrupto de Israel, es llevado a reposar a las orillas del arroyo de Querit alimentado, no por su esfuerzo, sino por Dios. (1 Reyes 17:2-4)

Jesucristo
fue al desierto y pasó 40 días ayunando antes de predicar: "Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado." (Mateo 4:17)

Pablo, el apóstol, después de su conversión a Cristo fue llevado por Dios a un retiro y descanso espiritual al desierto de Arabia, en dónde se dice que estuvo por varios años antes de comenzar su ministerio. (Gálatas 1:15-17)

Estos y más ejemplos que podemos encontrar en la Palabra de Dios, no enseñan que los comienzos para Dios no son de gran actividad y planificación, sino de reposo, reflexión y ayuno; y todo esto con el principal objetivo de acerarnos más a Dios, de pasar tiempos preciosos y necesarios en los que le damos toda nuestra atención a Él. El reloj no nos presiona, el alimento físico no nos estorba y podemos leer su Palabra y orar de formas que sólo a través de estos tiempos podemos experimentar.

Al mundo de hoy le gusta correr. La iglesia de hoy está cada momento tentada a caer en este patrón de ajetreo y actividad creyendo que es la forma de ministrar a Dios. Algunas iglesias han caído en el engaño y les cuesta mucho trabajo cumplir los que nos dice Salmos 46:10 "Estad quietos, y conoced que yo soy Dios..." Los líderes de estás congregaciones creen que el esperar es perder el tiempo cuando la condición del mundo de hoy les demanda trabajar sin cesar, olvidando que la orden no era a trabajar sino a orar sin cesar.

El control y el poder no es nuestro, es de Dios. Dice la Palabra que por mucho que nos esforcemos no podemos añadir un codo a nuestra estatura (Reina Valera) o una hora a nuestra vida (Nueva Versión Internacional) (Lucas 12:25) Es por esto que es necesario pasar tiempo, tiempo y repito tiempo: CON DIOS.

TODO ES POR Y PARA ÉL: JESUCRISTO SEÑOR.

Padre, Cristo, Espíritu Santo, nuestro Dios
, recibe este tiempo de ayuno y oración que te entregamos, reconociendo que es de suma importancia para la labor que nos has encomendado. Reconocemos que es en Tus Fuerza y jamás en las nuestras. Es por Tus Méritos y no por los nuestros. Por eso, lo único que deseamos es caer a tus píes y como María, hermana de Marta, y pasar un tiempo hermoso en sola presencia para escuchar tus palabras: "Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada." (Lucas 10:41-42)

Ayuno: Un Buen Comienzo...

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