jueves, 7 de agosto de 2008

Siete letras claves

Hoy en la mañana llevé la computadora de la tienda en donde trabajo a arreglar y Zarella, mi esposa, se quedó en casa trabajando (no ha parado desde hace tres semanas, pero a pesar de los desvelos no se le quita lo hermosa). En el camino iba escuchando una predicación del pastor Alistair Begg titulada "Measure for Measure " (Medida por Medida) basada en el pasaje de Lucas capítulo 6, versículos del 37 al 42. Fue una palabra que me conmovió mucho.

El anunciador explicó que el pastor Begg iba a dar la clave para una vida plena y abundante, y que esta clave se resumía en una palabra de 7 letras. Fue una buena estrategia para captar mi atención ya que vivimos en un tiempo en el que tendemos a buscar fórmulas simplistas y estrategias de aplicación inmediata, y ¡qué más práctico que una palabra de 7 letras! Así que subí las ventanas de la camioneta para que el ruido de la autopista no me interrumpiera, era una mañana calurosa y sin aire acondicionado en la camioneta, pero era mucho más importante lo que estaba escuchando.

Llegué al negocio de reparación de computadoras, no me quería bajar para no perder la secuencia de la predicación, pero no tuve mas remedio que salir corriendo y dejar la computadora arreglando. Me subí de inmediato a la camioneta para continuar escuchando. "No fuimos diseñados por Dios para juzgar a los demás" Dijo Alistair Begg, "mucho menos para condenarlos... Sin embargo nos obstinamos en ocupar el trono de Dios y nos sentimos como un emperador romano en el coliseo, y ante el espectáculo que presenciamos levantamos nuestra mano con orgullo y apuntamos con nuestro pulgar hacia abajo en señal de rechazo a los demás..."

¡Auch! ¡Dolió! Pero por más que quisiera esconderme no había lugar alguno y mucho menos el osar levantar mi mano para apagar la radio o cambiarle de estación. Dios tenía toda mi atención.

Venían a mi mente "flashazos" de mi recorrido en el Camino de Dios, y era muy fácil reconocer que los mejores tiempos habían sido cuando mi espíritu y alma estaban sin juicio y condenación a los demás, pero de igual manera reconocía que los peores momentos habían sido cuando caía en esta absurda postura que Alistair Begg explicaba y terminaba emitiendo juicio y condenación.

He aprendido (no muy fácilmente) a permanecer en silencio y no dejar que mi boca se me adelante, pero con tristeza admito que aún habló sin reposar en Dios y atropello con mis palabras y pensamientos.

De pronto la camioneta comenzó a fallar y de inmediato se me vino a la mente una palabra de ocho letras que era posiblemente lo que ocasionaba el problema: ¡gasolina! Es curioso como nuestro nivel de oración se incremente exponencialmente cuando pasamos este tipo de incidentes. Gracias a Dios, y a que era evidente que Él quería que recibiera esta Palabra, pude llegara a una estación de gasolina...

"¿Quiéres tener un mejor matrimonio? ¿Quiéres tener mejores relaciones en la iglesia? Si eres pastor, ¿quieres tener una mayor satisfacción pastoreando el rebaño que Dios te dio?" Fueron las preguntas que el pastor Begg lanzó a sus radioescuchas. "Todo se reduce a una sencilla palabra de 7 letras..." Por fin llegó el momento anhelado, una palabra de 7 letras que nos ayudaría a tener una mejor vida. "La clave está en la última parte del verso 37 del capítulo 6 del Evangelio de Lucas: 'No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados.' Perdonar, perdonar, perdonara es la clave."

Hago una pequeña pausa para los que siguen sin entender, o se aferran a no querer entender, y tal vez, sintiéndose muy astutos y "colmilludos", sentados en sus tronos con sus túnicas de gala y su corona de olivos levantan su mano y voltean su pulgar para abajo mofandose con el argumento: "Que ignorancia la de este hermano, "perdonar" no tiene 7 letras sino 8."

Y esto es lo grave y peligroso de este asunto. Por que en el párrafo anterior, justificadamente o injustificadamente, con razón o sin razón ya he emitido un juicio... Así de sencillo es caer en el juicio y condena a los demás. Por lo que pido perdón...

En ingles (que era el idioma en el que escuchaba el mensaje) la palabra clave es FORGIVE. Pero esto es lo importante, no el que sean 7 u 8 letras, sino que no juzguemos ni condenemos, sino que vivamos una vida que sabe perdonar...

Los últimos minutos de la predicación los escuché ya en el estacionamiento de mi apartamento. No podía bajarme de la camioneta, y me uní a la oración del pastor Alistair Begg pidiendo perdón a Dios (una vez más) y pidiendo ayuda para que cada vez caiga menos en este patrón tan destructivo y en su lugar pueda vivir con contentamiento y libertad aún a pesar de las ofensas que hayamos recibido.

, una palabra sencilla de siete letras, pero que su aplicación toma toda una vida de aprendizaje...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Thanks. Im Inspired again.