martes, 8 de diciembre de 2009

De Saulo a Pablo: El 12 Apóstol

Saulo tenía la capacidad de ser una persona muy importante y sobresaliente; aunado a todas sus cualidades está el hecho de que Jesús lo llamó. Él es el 12 apóstol que ocuparía el lugar de Judas Iscariote.

Pablo recibió la encomienda de llevar el evangelio a los gentiles.
Pero él tuvo que experimentar una conversión muy particular.

Antes de su conversión a Cristo, Saulo era un protector de la ley de Dios, pero no había sido limpiado por ella. Y es por el celo que tenía en la letra que participó en una asesinato. (Leer Hechos 7:55-60)

Su afán de perseguir y aniquilar a los seguidores de Cristo no era solamente impulsivo, sino planeado y bien calculado. Y es de esta manera que deja Jerusalén para ir a Damasco, seguro, en su propio entender, de llevar no tan sólo las cartas del sumo sacerdote, sino la bendición de Dios.
Sin tener conocimiento de lo que iba a pasarle, Saulo se quedó a mitad de camino y experimentó una sacudida que vino a transformar su vida, Saulo, es ahora Pablo.

Saulo, sin darse cuenta, comienza su historia bíblica como un enemigo de Cristo y de Su Iglesia, sin embargo al sacudirse su mundo terminó como siervo de Dios, amigo de la Iglesia y el mayor escritor del Nuevo Testamento.

¿Qué es lo que pudo causar este cambio de dirección en un hombre con gran determinación? ¡Una sacudida!

En su encuentro con Jesús recibe instrucciones “Ve a la ciudad y se te dirá que hacer”.

Así que este hombre, antes altivo, soberbio, recio y firme para cumplir sus cometidos, ahora se veía entrar tambaleándose a la ciudad, cegado por la luz y dependiendo del que lo guiaba, y lo que más debió sacar de quicio a este hombre fue el tener que esperar. Cuando antes tomaba sus propias decisiones y las ejecutaba de inmediato; cuando antes él era el dueño de su tiempo, ahora tenia que esperar las instrucciones de aquel que desde ese momento en adelante, guiaría sus pasos: Jesucristo.

¿En algún momento en tu vida, Dios ha sacudido tu mundo, tus planes, tus decisiones?

Lo más seguro es que sí, aunque no te hayas dado cuenta, Dios ha estado tras de tu vida y tras la mía, buscando nuestra atención.
Tal vez no has sido cegado por una luz resplandeciente y tirado al piso, pero te has visto confundido, sin saber que hacer, colapsándose delante de ti tus planes, tu mundo y fatigado simplemente te mantienes esperando... Desesperado, esperando. No nos gusta no saber que hacer, nos incomoda el no tener el control.

Queremos tener el control de nuestra vida. Queremos conocer el terreno donde pisamos, Queremos hacer cosas extraordinarias. Queremos ser personas extraordinarias. Y aquí Pablo nos da una enorme lección:

"
El verdadero poder no está en lo extraordinario de una persona, sino en lo ordinario de nuestra vida puesta al servicio de Dios."

"Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo."
2 Corintios 12:9

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