viernes, 1 de enero de 2010
Día Uno
Terminó un año.
Inicia otro.
Continua el ciclo que se inició desde el momento de la creación.
Reflexionamos sobre cómo terminamos y cómo deseamos comenzar.
Pues bien, para mi esposa y para mi, Dios nos permitió terminar y comenzar de una manera extraordinaria: TENEMOS A NUESTRO BEBE JOEN CON NOSOTROS.
De cierta manera se acabó el año dando mi esposa a luz a una nueva vida, nuestro hijo nació el 14 de Diciembre; y empezamos el nuevo año corriendo y atendiendo esta nueva y preciosa vida que Dios nos presta momentáneamente para ayudarlo a acercarse a su Creador.
Zarella, mi esposa y yo, continuamente nos maravillamos de como una "personita" que apenas conocemos puede llegar a cautivar nuestro corazón y mente a tal grado que no nos ha importado el hecho de levantarnos varias veces durante la noche para alimentarlo y asearlo, es tanto el amor que se desborda de nosotros por él, que ni siquiera lo vemos como un sacrificio ni obligación, sino como un privilegio. Pedimos tanto a Dios por él, que ahora que nos ha concedido este regalo invaluable no podemos más que regocijarnos y cumplir con la encomienda que nos ha dado.
Comenzamos un nuevo año, Joen está ahora con nosotros, que manera más emocionante de comenzar... Gracias Dios.
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