jueves, 30 de julio de 2009

Hoy lo conocimos...

Hoy tuvimos la maravillosa bendición de conocer a nuestro bebé. Fue una experiencia tan hermosa que mi esposa y yo estábamos absortos y mudos. El técnico asistente que hizo el sonograma tenía que sacarnos plática constantemente porque simplemente no hablábamos, sólo contemplábamos cada parte que nos mostraba de mi hijo. Su cabecita, sus brazos, sus pies, su corazón y por supuesto su "!!!!!!!". "Si tienen nombres para niña, olvídenlos porque es niño", nos dijo el técnico. Es un varoncito.

Se han quedado grabadas sus imagenes, y han pasado de la corteza cerebral al corazón, es simplemente indescriptible... No se que escribir de tantos pensamientos y sentimientos que me llenan hoy... Es sorprendente lo que unos instantes, que la técnología nos ha permitido difrutar, pueden hacer.

Imaginé por unos segundos, ya que no quería distraerme de nuestro primer encuentro, lo que experimentaron algunas parejas de la Biblia, por ejemplo Abraham y Sara, ya que nuestra espera de 11 años no se compara con la de ellos de por lo menos 70 años para concebir a Issac. Obviamente ellos no disfrutaron lo que nosotros con este sonograma, esta pareja escogida por Dios, ni siquiera se imaginaban que en 4,000 años de proyección al futuro, se iba a poder echar un vistazo durante la gestación del bebé.

Pero esto no es lo sorprendente, aunque no deja de ser hermoso, lo verdaderamente maravilloso es que nuestro bebé puede ver algo que nosotros no, y si lo llegamos a ver en alguna ocasión , es obvio que ya lo olvidamos. Mi hijo, por increible que parezca, puede ver a Dios.

El Salmo 139: 16, nos afirma esta verdad por descabellada que le parezca a la ciencia. Nosotros pudimos disfrutar por unos instantes ver a nuestro bebé, pero él contempla los ojos de nuestro creador y Dios.

Es allí donde quiero enfocar gran parte de mi esfuerzo al educar a mi hijo, que NUNCA OLVIDE EL ROSTRO DE NUESTRO DIOS. Qué ese llanto con el que va a iniciar su travesía por esta vida, y que gran parte de sus recuerdos en el vientre de su madre se esfuman, pueda recordar siempre LOS OJOS DE NUESTRO CREADOR. Quiero que mi hijo sea UN ADORADOR DE DIOS. Y que se cumpla en él lo que enseña el pastor John Piper: "Dios es más glorificado en nosotros, cuando nosotros encontramos mayor satisfacción en Él". Amén

domingo, 26 de julio de 2009

Pensar

Una de las tragedias que se ha fomentado en nuestra época ha sido la de dejar de practicar una vida contemplativa, en otras palabras, las personas cada vez más dejan de recurrir a una vida que piensa; que piensa conceptos, ideas; que hace comparaciones y raciocinios abstractos, y lo más importante, una vida que encamina sus pensamientos hacia Dios.

Déjenme ejemplificarlo de esta manera: Una persona sentada en su escritorio con una hoja en blanco o un teclado y monitor de computadora enfrente de él, con la mirada aparentemente distraída y su mano recargada en su mejilla, para algunos puede sugerir que esta persona no está haciendo nada y pierde el tiempo, cuando no podemos ver todos los procesos mentales que se hacen en su cerebro.

Por alguna razón nuestra cultura le cuesta trabajo relacionar la acción de pensar con la de trabajar: Pensamiento no es sinónimo de trabajo. Y esto puede ser por los abusos y desusos de esta materia gris que Dios nos dio.

Sin embargo, Isaac Newton se sentó debajo de un manzano a reflexionar; Arquímedes, se dio un baño en su tina y terminó absorto en sus pensamientos. Y si estos hombres hubieran caído en este error de no considerar el pensar como algo importante, aún estarían algunas leyes de la naturaleza sin descubrir. La obra “Pensamientos” de Blas Pascal, no se hubiera escrito, evitado inspirar a muchas personas.

El Dr. Ravi Zacharias, afirma que el dejar de practicar una vida contemplativa le niegan a nuestra mente el privilegio de permanecer, aunque sea momentáneamente, consigo misma, al ser sobre saturada con impulsos externos que la excitan a dejar estos momentos preciosos de soledad consigo misma.

Y es posible que esta breve reflexión ya extravió a algunos de ustedes por carecer mi escrito de elementos entretenidos, dinámicos y ruidosos. Ese es el gran peligro que se corre el día de hoy y más en personalidades que, de entre todo lo que nos distingue, podemos encontrar unidad en el factor común de PENSAR y REFLEXIONAR pero no a la deriva sino en las proposiciones verdaderas que Dios nos ha dejado en su Santa Palabra.

El argumento que escribió Aldous Huxley: “El propósito de la vida es un esfuerzo prolongado por evitar el pensar.” Suena aterrador, pero ciertamente es muy practicado. Nosotros, llamados a comunicar las Buenas Nuevas no podemos ser presa de esta forma de pensar (o mejor dicho de no pensar) tan destructiva.

El escritor Thomas Stearns Eliot escribió estas profundas preguntas:
¿Dónde está la vida que hemos perdido viviendo?
¿Dónde está la sabiduría que hemos perdido buscando conocimiento?
¿Dónde está el conocimiento que hemos perdido en la información?
Nos hemos extraviado en 20 siglos, apartándonos más de Dios y acercándonos más al polvo.

¿Existe algún remedio ha esta enfermedad del alma? Una vez más el Dr. Ravi Zacharias responde que . Y nos recomienda que aspiremos a los altos rangos de una disciplina mental basada en un estudio planificado de la Palabra de Dios, este es el único lugar donde se encuentran los parámetros de la vida y los valores de Dios se siembran en la mente.

Pablo, entre todas las cosas fue un pensador y un pensador que dejó el legado de sus pensamientos en sus escritos y nos hace una valiosa recomendación:

“Pero esto, hermanos, lo he presentado como ejemplo en mí y en Apolos por amor de vosotros, para que en nosotros aprendáis a no pensar más de lo que está escrito, no sea que por causa de uno, os envanezcáis unos contra otros.” 1 de Corintios 4:6

Hay quienes pueden interpretar que lo que Pablo recomienda aquí es NO PENSAR. Y aquí hay un grave problema porque hay personas que se expresan de los cristianos como personas dogmáticas pero carentes de intelecto. Y cómo podemos refutar estos argumentos, cuando hay ejemplos como el que a mi esposa le tocó escuchar no hace mucho tiempo en una estación de radio cristiana, en la que el comentarista con una manera de hablar elocuente y dinámica les decía a sus radioescuchas: “Hermanos tenemos que dar pasos de fe, recuerden lo que Dios nos dice en Su Palabra: “Ayúdate que yo te ayudaré”.

O, este otro ejemplo en el que tal vez estamos muy familiarizados cuando desde el púlpito se nos ha enseñado que Dios ama al pecador pero aborrece el pecado, y sentados en nuestras cómodas o no tan cómodas bancas, asentimos con la cabeza y decimos amén, cuando estas palabras que le quieren atribuir a Jesús, jamás la pronunció y mucho menos están escritas en la Biblia. El autor de ellas no fue Dios sino Mahatma Gandhi.

Por su puesto que la recomendación de Pablo no es a NO PENSAR, sino todo lo contrario, sus cartas son una invitación constante a PENSAR y REFLEXIONAR, pero Pablo nos dejó un parámetro sobre el cual tenemos que encaminar nuestros pensamientos y reflexiones, y es LA SANTA PALABRA DE DIOS. Nos dice que no pensemos más de lo que está escrito.

Pero aquí surge otro problema al que se recurre muy frecuentemente en algunos círculos cristianos, y es a PENSAR más allá DE LO QUE ESTA ESCRITO.

Dos extremos, no pensar por un lado, y por el otro lado pensar de más. Mi esposa y yo hemos estado presentes en conferencias “cristianas” donde se escuchan los términos “cartografía espiritual”, “lineas ley” etc. Que su origen de ninguna manera está en la Palabra de Dios, sino en libros de brujería y ocultismo. Han escuchado los términos de “arquitectura evangélica” o “re-ingeniería eclesiástica”. Términos fuera del parámetro de la Biblia, pero que lamentablemente al cristiano, le gusta consumir.

La iglesia en su totalidad y en particular las personas a las que Dios nos ha dado el privilegio de tener una plataforma para Comunicar Su Verdad, ya sea a través de un púlpito, un aula, un micrófono o una cámara. Debemos de estar alertas y alertar a las personas que nos escuchan o ven, a no caer en estos errores y retarlos a pensar y escudriñar las Sagradas Escrituras.

Las estadísticas son alarmantes, un promedio muy alto de los jóvenes se entrega a la inteligencia del mundo, con el argumento que el cristianismo y los cristianos están carentes de inteligencia. Muchos líderes de jóvenes cristianos, ante este problema, están condimentando demasiado sus enseñanzas con tal de entretenerlos para que no se vayan con tantas opciones que hay en el mercado ideológico.

La Biblia le da un valor supremo a la vida pensante. Salomón escribió respecto al hombre “cual es su pensamiento en su corazón, tal es él.” (
Proverbios 23:7) Jesús nos alertó que la gravedad del pecado no está en el acto sino en la idea misma de pecar que se concibe en la mente (Mateo 5:28). Pablo motivó a la iglesia de Corinto a tener la Mente de Cristo (1 Corintios 2:16). Y a la Iglesia de Filipo les escribió haciendo muestra de su capacidad pensante: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” (Filipenses 4:8)

El seguidor de Cristo tiene que demostrar al mundo lo que significa no sólo pensar, pero pensar bien y con justicia. Esto es, en palabras del anciano Rey David a su hijo Salomón, “Hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos. Si tú le buscares, lo hallarás; mas si lo dejares, él te desechará para siempre." 1 Crónicas 28: 9

Sirvamos al Dios de la creación, quien nos ha dado el privilegio de llamarle Padre, honremos al Hijo, nuestro Señor Jesucristo, quien nos ha dado el ejemplo; y atendamos a la voz del Espíritu Santo, quién inspiró a Jacobo a escribir en su epístola: “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.” Santiago 1:5.

Sirvamos, honremos y atendamos a nuestros Dios con el corazón y la mente. Después de todo, no es porque pienso que luego existo, sino porque el Gran Yo Soy, ES y nos dio la capacidad de pensar que, por lo tanto, debemos hacerlo bien.

domingo, 19 de julio de 2009