martes, 16 de junio de 2009

Una "Gotita" del Cielo

¡Aquí estamos de regreso! Y de la manera más sorprendente que puede haber: "POR EL TRATO DE DIOS".

Dios
trata con nuestra vida, y lo hace porque nos ama y le interesa que alcancemos la madurez que Él ha dispuesto. No es fácil, y es un proceso que toma tiempo. Las soluciones inmediatas no son el estilo de Dios (qué lo puede hacer, pues es Soberano) pero Él prefiera acudir al factor tiempo y espera para moldearnos a Su Imagen y Voluntad.


Menciono la expresión "sorprendente" porque se han ido suscitando una serie de eventos que de ninguna forma son casualidad.

El año pasado tuvimos que detener el proyecto de Comunidad Viva, no porque fuera algo que no estuviera convencido que Dios nos ha encomendado, sino porque Su encomienda es clara y precisa ya que tenemos que ir a Su ritmo y no el nuestro.

Esta situación nos llevó a mi esposa y a mi a:

  1. Aprender a estar quietos y esperar en Dios.
  2. Aprender a guardar silencio para escuchar Su Voz.
  3. Aprender a distinguir más Su Voz que la nuestra o la de otra persona.
¡Sorprendente!

Durante el tiempo de espera, que no significa de ninguna manera inactividad, comenzamos a escribir un nuevo material titulado: "La Tierra y La Semilla". Un precioso material que fue de gran bendición por todo lo que Dios nos ha ido enseñado.


Comenzamos estudiando lo que la Biblia nos dice acerca de la Tierra (una extensa enseñanza). Al comenzar a estudiar sobre la Semilla, una de las primeras cosas que aprendimos, es que en el Plan Soberano de Dios, la semilla (simbólicamente) primero tiene que morir.

¡Sorprendente!

Recuerdo lo doloroso e incomodo que fue escribir los primeros bocetos sobre este tema, pero llegué a entender que el sueño tenía que morir, así que con dolor, profunda tristeza y avergonzado enterré Comunidad Viva con la promesa a Dios que iba a buscarlo a Él y que no iba a mover un dedo si no venía la orden directamente de Él.

¡Sorprendente!

Estuvimos quietos y gozando una relación con Dios sin estar afanados. Después de un tiempo en el que era evidente que se había apagado el piloto automático con el que solemos a veces dejar que nuestra vida navegue, Dios comenzó a moverse, comenzó a remover la tierra.

Llegaron varias invitaciones las cuales, sin perder la paciencia y el estado de calma que habíamos alcanzado, las pusimos en oración. Unas de esas invitaciones resultó en salvación. La persona para la que ahora trabajo nos invitó a tener estudios bíblicos en su casa lo cual resultó en que él y su esposa comenzaran a ir a la iglesia, su esposa ya era cristiana, pero él por primera vez decidió abrir su corazón a Dios y recibirlo como Su Señor y Salvador y bautizarse; recuerdo la enorme satisfacción que experimentaba al escucharlo decir que estaba enamorado de Dios y de la Biblia. Los problemas en su hogar han continuado, pero la luz de Cristo ya los está iluminando dándoles la oportunidad de una restauración total.


¡Sorprendente!

Otra de las invitaciones resultó en otro estudio bíblico que ha sido de mucha bendición y que se ha llevado acabo fielmente en el hogar de una pareja que hemos llegado a apreciar y amar cada vez más. (No menciono sus nombre porque se que esto los incomodaría, pues ellos no están buscando reconocimiento sino el hacer la Voluntad de Dios)
Dios ha utilizado estas reuniones, no para consolidar una membresía a una iglesia en particular, sino para algo más importante: AFIRMAR NUESTRA RELACIÓN CON DIOS. (Padre - Cristo - Espíritu Santo)

¡Sorprendente!

Y lo más maravilloso de todo, es que después que la mano de Dios removió la tierra en donde yacía una semilla enterrada (inerte), Él decidió enviarnos una "GOTITA" del cielo que al humedecer la tierra, le permitió a la semilla comenzar a dar ¡vida! Y que vida más hermosa pues después de 11 años de matrimonio y en el tiempo de Dios, nos ha enviado a nuestro primer BEBÉ. Así es, YA ESTA EN CAMINO y LO ANHELAMOS PLENAMENTE CONVENCIDOS QUE LAS MANOS MISMAS DE DIOS LE ESTÁN DANDO FORMA A NUESTRO HIJO.

GRACIAS SEÑOR, aprovecho este espacio para confirmar nuestra entrega absoluta a TU VOLUNTAD.


¡SORPRENDENTE!

Hay mucha gratitud en mi esposa y en mi, a Dios primeramente y a todos los que nos han demostrado su amor y nos estuvieron apoyando con sus oraciones y palabras de aliento.


Desde el principio me di cuenta que era Dios el que nos estaba llamando a mi esposa y a mi, ya que Su llamado fue algo parecido al que el profeta Samuel experimentó, (sólo que en mi caso fueron más de tres veces las que Dios utilizó para convencerme y ayudarme a perder el miedo a seguirlo a Él y no al hombre) Él selló mi corazón con una visión: Una Comunidad Viva.

Fue doloroso ver que el sueño moría, pero ahora me doy cuenta que la SEMILLA HA COMENZADO A GERMINAR y que viene con mayor fuerza, impacto y vida que si lo hubiera hecho en mis propias fuerzas o capacidades. Pero ahora estoy más convencido que nunca de lo que viene, el nacimiento de nuestro bebé está marcando una nueva etapa...


¡Sorprendente!