miércoles, 27 de agosto de 2008

Nuestra Plegaria Diaria

Una semana difícil... La lucha no ha sido fácil... El adversario ha lanzado golpes inesperados...

Pero de pronto, enviado por Dios, llegó Chris Sligh con este hermoso canto que me hizo recordar las luchas del Apóstol Pablo que, de acuerdo a sus experiencias e inspirado por el Santo Espíritu de Dios, nos dejó este mensaje:

Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 2 Corintios 12:7-9.

Refrésquense con esta hermosa plegaria que interpreta Chris Sligh y hagamos de ella nuestra oración diaria:




Empty Me by Chris Sligh:

I've had just enough of the spotlight when it burns bright To see how it gets in the blood.
And I've tasted my share of the sweet life and the wild ride And found a little is not quite enough.
I know how I can stray And how fast my heart could change.

Empty me of the selfishness inside

Every vain ambition and the poison of my pride
And any foolish thing my heart holds to
Lord empty me of me so I can be filled with you.

I've seen just enough of the quick buys of the best lies To know how prodigals can be drawn away.
I know how I can stray And how fast my heart could change.

Empty me of the selfishness inside
Every vain ambition and the poison of my pride
And any foolish thing my heart holds to
Lord empty me of me so I can be filled with you.

Cause everything is a lesser thing Compared to you, compared to you.
Cause everything is a lesser thing Compared to you. So, I surrender all!

Empty me of the selfishness inside
Every vain ambition and the poison of my pride
Empty me of the selfishness inside
Every vain ambition and the poison of my pride
And any foolish thing my heart holds to
Lord empty me of me so I can be
Lord empty me of me so I can be filled with you.
Oh, filled with you.
Empty me.

viernes, 8 de agosto de 2008

Inspiración

Es muy claro para el cristiano que la idolatría es un pecado, y no quisiera que se me juzgara de idólatra. Mi devoción es Dios Padre, Cristo y Espíritu Santo; mi adoración es única y exclusivamente para Él; sin embargo, creo que Él mismo permite que podamos ser inspirados por la creatividad que Él mismo ha dado a sus hijos e hijas. Ya lo he escrito antes que David Crowder Band es una de las bandas de música cristiana de mi preferencia, y no sólo por su originalidad, frescura, innovación y excelente música, sino porque al escucharla me inspira adorar más a Dios.

Por favor, quisiera que me pudiera dar a entender, no quiero juzgar, pero mucho de la música cristiana que hay el día de hoy, no deja de ser sólo clichés y resonancias de movimientos que en su momento fueron frescos he inspirados por Dios pero que ahora sólo fomentan una circunvalación monótona y repetitiva que en lugar de inspirar, hacen expirar todo intento de adorar en espíritu y en verdad.

Creo que puedo caer también en el perímetro de la apreciación personal, lo cuál acepto... Pero mientras son peras o son manzanas, melones o sandías, mangos o duraznos y rábanos o zanahorias, me emociona mucho el saber que no tarda en llegar el CD/DVD que pre-compré de la gira "Remedy" de DC*B (Siglas de David Crowder Band)

Si tienen tiempo y quieren ser inspirados, visiten el siguiente link:

jueves, 7 de agosto de 2008

Siete letras claves

Hoy en la mañana llevé la computadora de la tienda en donde trabajo a arreglar y Zarella, mi esposa, se quedó en casa trabajando (no ha parado desde hace tres semanas, pero a pesar de los desvelos no se le quita lo hermosa). En el camino iba escuchando una predicación del pastor Alistair Begg titulada "Measure for Measure " (Medida por Medida) basada en el pasaje de Lucas capítulo 6, versículos del 37 al 42. Fue una palabra que me conmovió mucho.

El anunciador explicó que el pastor Begg iba a dar la clave para una vida plena y abundante, y que esta clave se resumía en una palabra de 7 letras. Fue una buena estrategia para captar mi atención ya que vivimos en un tiempo en el que tendemos a buscar fórmulas simplistas y estrategias de aplicación inmediata, y ¡qué más práctico que una palabra de 7 letras! Así que subí las ventanas de la camioneta para que el ruido de la autopista no me interrumpiera, era una mañana calurosa y sin aire acondicionado en la camioneta, pero era mucho más importante lo que estaba escuchando.

Llegué al negocio de reparación de computadoras, no me quería bajar para no perder la secuencia de la predicación, pero no tuve mas remedio que salir corriendo y dejar la computadora arreglando. Me subí de inmediato a la camioneta para continuar escuchando. "No fuimos diseñados por Dios para juzgar a los demás" Dijo Alistair Begg, "mucho menos para condenarlos... Sin embargo nos obstinamos en ocupar el trono de Dios y nos sentimos como un emperador romano en el coliseo, y ante el espectáculo que presenciamos levantamos nuestra mano con orgullo y apuntamos con nuestro pulgar hacia abajo en señal de rechazo a los demás..."

¡Auch! ¡Dolió! Pero por más que quisiera esconderme no había lugar alguno y mucho menos el osar levantar mi mano para apagar la radio o cambiarle de estación. Dios tenía toda mi atención.

Venían a mi mente "flashazos" de mi recorrido en el Camino de Dios, y era muy fácil reconocer que los mejores tiempos habían sido cuando mi espíritu y alma estaban sin juicio y condenación a los demás, pero de igual manera reconocía que los peores momentos habían sido cuando caía en esta absurda postura que Alistair Begg explicaba y terminaba emitiendo juicio y condenación.

He aprendido (no muy fácilmente) a permanecer en silencio y no dejar que mi boca se me adelante, pero con tristeza admito que aún habló sin reposar en Dios y atropello con mis palabras y pensamientos.

De pronto la camioneta comenzó a fallar y de inmediato se me vino a la mente una palabra de ocho letras que era posiblemente lo que ocasionaba el problema: ¡gasolina! Es curioso como nuestro nivel de oración se incremente exponencialmente cuando pasamos este tipo de incidentes. Gracias a Dios, y a que era evidente que Él quería que recibiera esta Palabra, pude llegara a una estación de gasolina...

"¿Quiéres tener un mejor matrimonio? ¿Quiéres tener mejores relaciones en la iglesia? Si eres pastor, ¿quieres tener una mayor satisfacción pastoreando el rebaño que Dios te dio?" Fueron las preguntas que el pastor Begg lanzó a sus radioescuchas. "Todo se reduce a una sencilla palabra de 7 letras..." Por fin llegó el momento anhelado, una palabra de 7 letras que nos ayudaría a tener una mejor vida. "La clave está en la última parte del verso 37 del capítulo 6 del Evangelio de Lucas: 'No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados.' Perdonar, perdonar, perdonara es la clave."

Hago una pequeña pausa para los que siguen sin entender, o se aferran a no querer entender, y tal vez, sintiéndose muy astutos y "colmilludos", sentados en sus tronos con sus túnicas de gala y su corona de olivos levantan su mano y voltean su pulgar para abajo mofandose con el argumento: "Que ignorancia la de este hermano, "perdonar" no tiene 7 letras sino 8."

Y esto es lo grave y peligroso de este asunto. Por que en el párrafo anterior, justificadamente o injustificadamente, con razón o sin razón ya he emitido un juicio... Así de sencillo es caer en el juicio y condena a los demás. Por lo que pido perdón...

En ingles (que era el idioma en el que escuchaba el mensaje) la palabra clave es FORGIVE. Pero esto es lo importante, no el que sean 7 u 8 letras, sino que no juzguemos ni condenemos, sino que vivamos una vida que sabe perdonar...

Los últimos minutos de la predicación los escuché ya en el estacionamiento de mi apartamento. No podía bajarme de la camioneta, y me uní a la oración del pastor Alistair Begg pidiendo perdón a Dios (una vez más) y pidiendo ayuda para que cada vez caiga menos en este patrón tan destructivo y en su lugar pueda vivir con contentamiento y libertad aún a pesar de las ofensas que hayamos recibido.

, una palabra sencilla de siete letras, pero que su aplicación toma toda una vida de aprendizaje...